
Autosabotaje: cuando nos detenemos justo antes de lograrlo
¿Te ha pasado que estás a punto de dar un paso importante, cumplir una meta o lograr algo que deseas… y de repente surge una excusa, un cansancio, una distracción? Eso que interrumpe tu avance puede ser lo que llamamos autosabotaje.
Desde el enfoque gestáltico, el autosabotaje no es un defecto personal, sino una forma de interrupción del ciclo de la experiencia. Es como si algo dentro de nosotros detuviera la energía justo antes de llegar al contacto y la satisfacción.
El autosabotaje como interrupción
En Gestalt entendemos la vida como un ciclo de la experiencia: primero surge una sensación, luego una necesidad, después la energía se moviliza hacia la acción, hasta llegar al contacto, la satisfacción y finalmente la retirada.
Cuando aparece el autosabotaje, generalmente lo hace en la fase de movilización a la acción. Estamos listos para dar el paso, pero algo nos frena.
El psicoterapeuta Joseph Zinker explica que cuando la energía de la experiencia se interrumpe, esta queda atrapada y puede transformarse en frustración, ansiedad o bloqueo (El proceso creativo en la terapia Gestalt).
¿Por qué nos saboteamos?
El autosabotaje puede tener muchas formas y razones:
Miedo al fracaso.
Miedo al éxito y a lo que implicaría sostenerlo.
Exigencia interna desmedida.
Creencias introyectadas (“no soy suficiente”, “no puedo equivocarme”).
Lealtades invisibles a la familia o al entorno.
Como explica John Stevens, las interrupciones del darse cuenta son mecanismos que alguna vez nos ayudaron a sobrevivir, pero que con el tiempo limitan nuestro crecimiento (Gestalt Is).
Ejemplos cotidianos de autosabotaje
Estás por entregar un proyecto y de repente decides que “aún no está perfecto” y lo retrasas.
Te propones cambiar un hábito, pero al sentir incomodidad lo pospones “para la próxima semana”.
Estás a punto de tener una conversación importante y en el último minuto inventas una excusa para no hacerlo.
En todos esos casos, la energía estaba lista para la acción, pero algo la interrumpió.
Un ejercicio de autoobservación
Piensa en un momento reciente en el que te hayas saboteado.
¿Qué estabas a punto de lograr?
¿Qué te dijiste o qué hiciste para detenerte?
¿Qué emoción apareció en ese instante?
¿Qué necesidad estaba realmente buscando atención?
Observar estas preguntas sin juicio ya es un paso hacia el darse cuenta y hacia la posibilidad de elegir distinto la próxima vez.
Del autosabotaje a la conciencia
El autosabotaje no es un enemigo. Es una señal de que algo dentro de ti aún necesita ser reconocido, acompañado o transformado. Cuando lo vemos de esa manera, deja de ser una trampa y se convierte en un camino hacia la conciencia y la libertad personal.
✨ Este artículo se inspira en mi podcast El poder de darse cuenta, donde comparto cómo reconocer las interrupciones que nos impiden avanzar y cómo podemos transformarlas en oportunidades de crecimiento.
🎧 Puedes escuchar el episodio completo aquí, en tu plataforma preferida:
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